Como parte de sus proyectos universitarios, los estudiantes de licenciatura de Arquitectura, del Curso Taller de Diseño X, de la Universidad Latina, sede Heredia, diseñaron propuestas para dotar a la Cruz Roja de un nuevo edificio. Su profesor, el arquitecto Ronny Ellis tras reunirse con los representantes de la benemérita Herediana les planteó la propuesta que consiste en entregarles un anteproyecto, que no tendría ningún costo.

Luego de analizar varias opciones para la ubicación ideal de la sede, eligieron el terreno baldío ubicado a un costado del Hospital San Vicente de Paúl contiguo a un parqueo; sin embargo, podría adaptarse a otros lugares, en caso de que la institución consiga los recursos para adquirir un nuevo terreno y construir una sede más moderna.

Según detalló don Ronny, la reacción de los funcionarios de Cruz Roja fue positiva, “se identificaron desde el inicio, nos visitaron en la universidad y nos dieron una amplia charla sobre su operatividad, funcionalidad y atención diaria y nocturna de las emergencias. Fue importante su participación para comprender las particularidades del cliente al que le estábamos diseñando su sede”, detalló.

“El terreno sugerido se basó en dos puntos. El primero en la sinergia diaria de los cruzrojistas y el hospital, pues la labor central de ellos es transportar pacientes a los hospitales, y esto en sí mismo, tiene elementos importantísimos a la hora de plantear la infraestructura. El segundo punto es el área del terreno, partiendo de la ubicación actual del hospital, buscamos cuales terrenos en un kilómetro a la redonda nos brindaban al menos 1.500 metros cuadrados para desarrollar futuramente el edificio. Y analizando las opciones, nos definimos por el terreno ubicado al costado Oeste del hospital, beneficiando la operatividad, los accesos y salidas para atender emergencias, mayormente”, explico don Ronny.

Los estudiantes presentaron ocho diferentes propuestas, cada una trabajada por dos personas y desde el inicio ellos conocían cuáles eran las rúbricas con las que se evaluarían las propuestas; por ejemplo, se evalúa el emplazamiento, el lenguaje, la creatividad, la legislación con que debe cumplir, el peso del tema simbólico al que están diseñando; también algunos ítems generales como la calidad gráfica, los elementos de presentación y puntualidad. Siendo finalmente el ejercicio una sumatoria de puntos.

Coinciden en que sería un gran logro ver cómo uno de sus proyectos se convirtiera en realidad y cómo mejoraría las condiciones de trabajo del personal de Cruz Roja.

La primera fase que presentaron los estudiantes consiste en el anteproyecto, que muestra la idea.

“En esta etapa a nosotros no nos deben nada, pues la idea nace como un aporte a la sociedad, esta fase es donada. Si ellos quisieran tomar alguna de las propuestas, sí deberían respetar la propiedad intelectual y tomarnos en cuenta para desarrollar juntos las etapas siguientes”, explicó.

No es la primera vez que dedican su curso para diseñar proyectos de índole social que puedan impactar y servir desde su profesión.

“Aprovecho que los estudiantes están a uno o dos niveles para graduarse, lo que significa que ya tienen conocimientos avanzados en áreas como fundamentos de diseño, composición, sistemas constructivos, materiales de construcción, estructuras, clima, cuentan con criterios urbanos, que todo esto en conjunto, permite poner en escena, proyectos bastante viables”, detalló.

De ser acogida alguna de las propuestas de diseño, cuando la institución cuente con recursos para hacerlo, el siguiente paso sería desarrollar los planos constructivos, donde deben incluirse los servicios de un ingeniero estructural, un eléctrico y un mecánico. También podría incluirse un topógrafo para entre todos completar los planos constructivos y optar por los permisos de construcción junto con la Viabilidad Ambiental de Setena. Una vez con el rollo de planos sellados y firmados, podrían iniciar obra.

Los proyectos fueron presentados a finales de marzo, y se le entregarán a la Cruz Roja las dos opciones mejor calificadas, que corresponden a los diseñados por Benjamín Madrigal y Luis Valverde, seguido del proyecto de Nallely Oviedo y Héctor Sánchez.

Los proyectos ganadores

Segundo mejor proyecto

Nallely Oviedo y Héctor Sánchez realizaron el segundo mejor proyecto, de acuerdo con la calificación del profesor Ronny Ellis, y lo consideran como una gran oportunidad para abrirse camino en el gremio de arquitectos.

“En realidad es una gran oportunidad, para nosotros cómo jóvenes diseñadores y para poder comenzar a formar parte del gremio, sería muy motivador pensar que podemos proponer soluciones funcionales y estéticas agradables desde la arquitectura, que puedan impactar y crear espacios de uso y funcionales, que se están necesitando como lo vimos en este proyecto”, comentó Héctor Sánchez.

“Fue ver la necesidad que tienen ellos porque uno solo ve la Cruz Roja y no lo que necesitan, como funcionan y la infraestructura que tienen ahorita, que por los casos que vimos para estudio, es pésima”, explicó Nallely Oviedo.

Ambos coinciden que ahora conocen más a fondo las necesidades de la benemérita y se sienten muy satisfechos de poder colaborar con sus conocimientos, y sería una gran oportunidad ver sus diseños materializados.

El mejor proyecto

El mejor proyecto fue el de Benjamín Madrigal y Luis Ángel Valverde, quienes consideran una gran alegría poder contribuir a la institución con su trabajo.

“Es muy interesante ver las condiciones en que trabajan y es un proyecto de suma importancia por la labor que cumple Cruz Roja, sabemos que es muy importante porque es salvar vidas. Nosotros estudiamos el campo, vimos que no están en óptimas condiciones. Queremos retribuirle es un poquito de lo mucho que ellos nos dan”, explicó Benjamín Madrigal, cuyo proyecto ganó el segundo lugar.

“Sería un orgullo que lo acogieran, para nosotros y para el profesor, nos ha llevado por ese camino. Se siente una sensación increíble, y como estudiantes de Arquitectura estamos hechos para devolverle esto a las personas y donarlo para que lo tomen en cuenta y si tienen la disposición, bienvenido sea”, agregó Benjamín.

Su compañero de proyecto, Luis Ángel Valverde, detalló que “trabajar el proyecto en el taller nos da la visión de cuál es la necesidad real de nuestros clientes, ellos nos contaron su experiencia y lo que necesitan, eso nos ayudó a acercarnos a un proyecto que supliera las necesidades que ellos tienen día a día, y a corresponder un poco a la labor que ellos tienen”, explicó Luis Ángel.

“Responder a las necesidades y hacer algo que estéticamente llame la atención. No sacrificar lo estético, de eso se trata la arquitectura, que sea algo agradable y cumpla las necesidades del cliente”, agregó Ángel.

“Nos alegraría bastante si fuera acogido, porque es una experiencia que cualquiera quiere vivir, nos abre el panorama porque son oportunidades que se dan, y es gratificante”, finalizó.

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Estudiantes elaboran diseños para nueva sede de Cruz Roja herediana